La danza en sus orígenes: Acerca del aspecto sanador

La danza en sus orígenes: Acerca del aspecto sanador

 

Lic. Amanda Ursula Buneta

Buenos Aires, 2008

 Confucio (551 AC-478 AC. Filósofo chino) dice…

“Bajo el impulso de la alegría el hombre grito;

el grito convirtióse en palabras, pero éstas  no fueron suficientes

y el hombre moduló las palabras en el canto;

luego insensiblemente fue moviéndose sobre el canto,

hasta que de pronto tradujo en el baile la alegría de la vida.”

 

Esta reflexión del sabio Confucio expresa el concepto que considero sanador, curativo, terapéutico y transformador  de la danza, que es la alegría y el júbilo que acontece cada vez que una persona se  mueve al ritmo de una música, al ritmo propio o en el silencio. Aspecto que rescatan las pioneras de la DMT, especialmente Truddy Schoop.

En el transcurso de este seminario este aspecto primigenio de la danza estuvo muy presente. Remontarnos al origen de la danza en cada cultura como expresión autentica de la identidad de cada pueblo, como expresión autentica de la identidad mas profunda de cada individuo. La danza como encuentro, la danza como puente entre las diferentes culturas. La danza como el corazón de cada cultura, y al decir de una nativa de algún pueblo “La danza es el ultimo eslabón que mantiene unida a la sociedad”[1]

Me gustaría plasmar en este trabajo de reflexión, un enlace de estos elementos esenciales de la danza con los aspectos curativos de la danza movimiento terapia (DMT), o que la DMT llama procesos de curación presentes en la experiencia con DMT ya sea grupal o individual. (Sincronía o empatia, expresión, revitalización, ritmo, integración, cohesión, educación, simbolización).

La unión de la danza en sus orígenes y la DMT  posee un puente construido a partir de las mismas pioneras, que buscaron en su propia danza estos aspectos sanadores, o se preguntaron de alguna manera que expresaba la danza de cada individuo. Este puente crea una conexión con el movimiento más original e instintivo de cada uno. Las pioneras (Mary Whitehouse, Trudy Schoop y Marian Chace) abrieron el espacio a las  preguntas que despertaban cada exploración con ellas mismas, en sus propias vidas y la conexión con la danza. Luego con otros, y paulatinamente crearon un sólido puente que une la utilización  de la danza y el movimiento en los procesos de crecimiento, transformación y “sanacion” de los dolores humanos. O mejor dicho, ese puente entre la danza y la terapia, se consolido en un escenario propio de transformación de aquellos que toman el riesgo de danzar y auto conocerse/ descubrirse con dicho medio.

La DMT posibilita la construcción de un puente  de unión entre las partes dormidas y ocultas, partes que guardan energía; con el uso y recurso de la danza y el movimiento se moviliza y rescata aquello que necesita ser atendido, movido, expresado. Aquello que necesita desplegar su propia danza. Un puente de doble circulación  que comunica lo individual con lo colectivo, lo personal con lo comunitario, la identidad mas profunda con los roles que se juegan a diario, un  camino que conecta esa fuente primigenia, instintiva y vital con el ser humano del siglo XXI que padece de desnaturalización. Es decir un puente que conecta directamente con ese impulso autentico, con esa raíz que nos habita. En esta idea me inspiro en Mary Whitehouse.

La danza como expresión humana esta presente en nuestras vidas desde antes que nuestra vida sea nuestra. Es decir, venimos al mundo gracias a la danza de ciertos elementos… La danza es un lenguaje universal, un medio de unión  universal, ya que nos comunica más allá de las palabras, y de las diferencias culturales. Por ejemplo las danzas populares, las danzas circulares, donde el gesto de dar la mano, enlaza las diferencias y hace contacto. Es decir que la danza desde su origen es comunicación social, política y religiosa. El problema actual, es que cada vez perdemos contacto con el placer  y el regalo de Danzar… al respecto Maurice Bejart lo dice mejor…” EL baile es para el ser humano una necesidad, pero como el autentico rito del baile ya no existe, como no hay mas comunión popular en la plaza de la aldea, en la iglesia, donde al darse la mano se estregaba el corazón, como estamos privados de alegrías sencillas y fuertes, se recurre al jolgorio del sábado por la noche. Sin el baile el ser humano pierde una de las dimensiones de su presencia en el mundo.”[2]

La danza como expresión genuina humana nos facilita abrirnos a la posibilidad de ser intermediarios entre el cielo y la tierra, o mejor dicho, entre lo material y lo inmaterial, entre unos y otros…  en movimiento y en posible transformación.

En este contexto de elaboración, una definición DMT seria…

La Danza Movimiento terapia es una disciplina psicoterapéutica que posibilita los procesos de integración y crecimiento de un sujeto. Estos procesos se ven facilitados por el uso de la danza y el movimiento como lenguaje expresivo a favor de las necesidades que ese sujeto/o grupo requiera trabajar.  La DMT permite entrar en el mundo emocional, cognitivo y connativo de un sujeto, creando favorables condiciones para el cambio y la transformación, que es el objetivo de las psicoterapias en general.

Los factores en DMT que promueven cambios, crecimiento y salud son los siguientes:

  • Sincronía o empatía: “se refiere a eventos que suceden al mismo tiempo.”[3] Es la primera forma de relacionarse y comunicarse, es la recapitulación del vínculo con la madre. Este aspecto, se remonta a lo danza primitiva sin lugar a dudas, ya que esta habilidad de moverse con los otros al mismo tiempo es una capacidad social para la comunicación. “Se habla de danza  como el primer arte  del ser humano, anterior a las palabras; en ella se crea una comunicación a través del desplazamiento y el ritmo que se ha ido volviendo mas compleja por las riquezas de las culturas.”[4] El hombre primitivo se movía y sentía placer en el movimiento. “Alertados ante el movimiento de las poderosas fuerzas de la naturaleza, los hombres primitivos realizaban otros movimiento con los que esperaban apaciguar esas fuerzas, o al menos, obtener poder para controlarlas. Los cazadores bailaban antes de perseguir a sus presas; los guerreros bailaban antes de presentar batalla; las tribus lo hacían para exorcizar a los espíritus del mal y para aplacar a sus dioses”[5]

  •  Expresión: en DMT pueden expresarse de manera simbólica tanto emociones complejas y también las experiencias pre-verbales. La expresión es el primer paso para entrar en contacto con el mundo interno, los propios sentimientos, emociones, también permite relacionarse con las potencialidades dormidas. “En DMT se busca desarrollar la intensidad necesaria que posibilite el cambio emocional, reforzando aquellos patrones de movimiento  que conducen a la expresión emocional y ampliando aquellos gestos que promueven el cambio”[6]La expresión a través de la danza y el movimiento permite entrar en el lenguaje del cuerpo, lenguaje inherente a nuestro comportamiento, personalidad y estilo de estar en el mundo. Por ejemplo T. Schoop era una especialista en observar como caminan las personas, que expresan en su caminar. En la postura del cuerpo, en la inclinación de la espalda, los hombros, la cadera, el gesto… Supongo que el hombre en su origen, o el hombre primitivo tenía muy a su alcance esta manera de expresarse a través del cuerpo, los movimientos, los rituales. Como los niños, que al observarlos descubro la libertad del cuerpo y el movimiento.

 

  • Revitalización: significa infundir a las personas con el poder de la vida. La DMT al trabajar con la danza y el movimiento activa al organismo y este proceso alivia la ansiedad, la tensión, la rigidez, el stress, los bloqueos de energía, moviliza emociones diversas, etc. Algo se enciende cuando nos movemos. Y produce rápidamente una revitalización.

 

  • Ritmo: es el aspecto nodal de la vida, nos ordena y estructura. En DMT, contribuye a la integración, regulación e inspiración de los individuos y de los eventos. Humphrey (1959) describe cuatro fuentes de organización rítmica inherentes a la naturaleza humana: los ritmos de la función interna, de la respiración, de la propulsión y de la emoción. También existe los ritmos externos que nos influyen y condicionan. Algunos antropólogos creen que la danza primitiva fue una respuesta externa a los ritmos internos (Hanna 1979). Basándose en estos ritmos comunes, personas de varias culturas pueden integrarse a través del movimiento. “[7]

 

  • Integración: en DMT tiene que ver con el movimiento continuo y ocurre en diferentes niveles. Existen cinco premisas básicas que subyacen a la función integradora de DMT: 1. La existencia de una relación isomorfica entre los actos mentales y la actividad neuromuscular; 2. las conexiones integradoras pueden suceder a través de una aprehensión gradual o de revelaciones espontáneas; 3. Integración implica compromiso; 4. La integración requiere que las experiencias sean tanto sentidas como representadas simbólicamente; 5. La integración del self requiere la validación del otro.

 

  • Cohesión: significa un sentido de pertenencia y atracción por el grupo. En DMT se utilizan diferentes vías de comunicación: la cercanía física, el contacto por el tacto, la mirada, la escucha, el olfato… todos los sentidos. Gradualmente en adultos, ya que en dicha etapa de la vida, se pierde el acceso directo a los sentidos, o el reconocimiento y la validación confiable de dichas vías. El acompañamiento rítmico, y el moverse con el otro, crean  sentido de pertenencia grupal. Las danzas circulares, práctica de transmisión oral, que remiten algunas tradiciones culturales más originarias, transmiten este conocimiento del circulo como reunión, contacto, unión, pertenencia….”La fuerza del mundo actúa siempre en forma circular. El cielo es redondo y he oído decir que la Tierra es redonda como una pelota, al igual que las estrellas. El viento nunca sopla mas fuerte que cuando da vueltas. Los pájaros hacen nidos circulares. El sol se alza y vuelve a caer en círculo. Lo mismo hace la luna y ambos son redondos. Hasta las estaciones forman un círculo con sus cambios y siempre vuelven al punto de partida. La vida del hombre es un círculo que va de niñez a niñez. Y así sucede con cuanto lleva fuerza en su interior“. Alce Negro-Sioux Oglala
  • Educación: “La participación mutua de la expresión simbólica de unos y otros es la esencia del proceso de aprendizaje.”[8] En DMT las personas aprenden sobre si mismas, sus relaciones, y de los temas de la vida. También al resonar con temas de otras personas, si comparten un grupo. Al iniciar este proceso de aprendizaje con su propio cuerpo en movimiento, descubren capacidades como aflojar tensiones, incrementar la energía, disminuir la depresión.

 

  • Simbolización: “La danza también ha tenido un carácter ritual en las diferentes culturas. Los ceremoniales has construido una forma de estar más cerca de los dioses, celebrar fiestas de iniciación o reclamar algo deseado a las fuerzas de la naturaleza. Así, los movimientos de las danzas rituales expresaban, a través del cuerpo, la simbología de un pueblo. Y esta simbología transmitía sus creencias y valores más fundamentales,  es decir su relación con la vida y la muerte, la cosmogonía, lo sagrado y lo profano. Aun hoy existen tribus que mantienen intacta esta relación cósmica a través de la danza. En cualquier caso la danza ritual tiene un carácter mágico que no pasa por la lógica del razonamiento, donde lo más importante es el movimiento del cuerpo al ritmo de la música. El movimiento libre del cuerpo en el espacio es fundamental en la danza. Es como realizar dibujos o pinturas con el cuerpo en el aire.”[9]

En DMT la expresión simbólica crea un puente entre el mundo interno y externo de la persona. A través de la expresión simbólica las personas

logran ordenar, significar, contar sus dolores, sus caos, etc.

Para cerrar este pequeño trabajo de reflexión que inicié con la brújula de la danza originaria, la DMT y la alegría de bailar, me doy cuenta que voy arribando a nuevas preguntas que se abren en la dirección de la danza y el movimiento con la espiritualidad. Cierro con esta  frase…

“Bailar es soltar lo que retiene, lo que sepulta, lo que pesa y agobia. Es descubrir con el cuerpo, la esencia y el alma de la vida. Es entrar en comunidad física con la libertad. Por lo tanto es practicar el arte sagrado.”

Jean Louis Barrault: (1910-1994)

[1] Frase de un video proyectado durante el Seminario. “Danza en el mundo”

[2] Maurice Bejart, “Un viaje iniciático”, Entrevista  publicada en El correo de la UNESCO, Enero 1996.

[3] Claire Schmais: “Healing Processes in group Dance Therapy”, Traducción Karin Fleischer.

[4] Diana Arias y Claudia Vargas, “La creación artística como terapia” Como alcanzar el equilibrio interior a través de nuevas expresiones. Editorial Integral. Barcelona. 2003

[5] Historia del Espectáculo, DANZA, nº 1 “Cuerpos en movimiento”. Editorial Viscontea. Bs.As. 1981.

[6] Claire Schmais: “Healing Processes in group Dance Therapy”, Traducción Karin Fleischer

[7] Claire Schmais: “Healing Processes in group Dance Therapy”, Traducción Karin Fleischer

[8] Claire Schmais: “Healing Processes in group Dance Therapy”, Traducción Karin Fleischer

[9] Diana Arias y Claudia Vargas, “La creación artística como terapia” Como alcanzar el equilibrio interior a través de nuevas expresiones. Editorial Integral. Barcelona. 2003